lunes, 25 de agosto de 2008

Dos citas, dos Peter



Buscando cosas en la web sobre Peter (gente que contara a Peter) encuentro estas dos.
I.
Peter Pan a Wendy:
“Me escapé el día que nací (…) Porque oí lo que papá y mamá decían que sería cuando me hiciese hombre. Quiero ser siempre un niño y pasármela bien. Así que me escapé de los jardines de Kensington y viví mucho tiempo entre las hadas.”

O como le dice luego a la señora Darling cuando le propone adoptarlo también a él:
“No quiero ir al colegio y aprender cosas serias. Nadie me atrapará, señora mía, y hará de mí un hombre. Quiero ser siempre un niño y divertirme.” “Lo único que quiero es ser un niño y pasármela bien.”

Peter Pan es alguien que se detuvo en el umbral, que se negó a entrar y aceptar las reglas del mundo de los grandes; un mundo aburrido, serio y falso, que sospechaba en la cortesía social de rigor y en la ausencia del padre de la casa o en su irritación cuando regresaba del trabajo.

II.

Soy Peter Pan con la boca llena de hormigas. Soy Peter Pan recomendando el “Libro de los conejitos suicidas” (Andy Riley). Soy Peter Pan haciendo planes de esos que no tienden a llevarse a cabo. Soy Peter Pan agarrándole fuerte la mano para no electrocutarme. Soy Peter Pan riéndome de tu desgracia. Soy Peter Pan des-educando y volviendo a educar.Soy Peter Pan meando fuera de tiesto, en tu puerta, más concretamente. Soy Peter Pan porqué en este chalet soy lo que me da la gana. Soy André Baillon jugando a ser Peter Pan.

Peter Pan y cómo contar nuestros cuentos



Cómo contar. Desde dónde contar. En eso estoy trabajando para el ensayo de hoy.
Leyendo a Hans-Thies Lehmann, llego a Peter Szondi, y de él tomo la idea de que la comprensión de un texto no es nunca una cuestión únicamente filológica sino que siempre requiere un punto de vista hermenéutico: el punto de vista desde el cual el texto viene observado es continuamente transformado por el propio texto, por las preguntas que éste pone. Éste es el “momento dinámico” (entre texto e interprete) que diferencia una interpretación histórica de una interpretación filológico-hermenéutica.

domingo, 17 de agosto de 2008

Peter Pan


Peter Pan

CAPÍTULO I

"Todos los niños del mundo, menos uno, crecen."

Así empieza Peter Pan y es lo único que he leído de su cuento. Trato de manejarme con el recuerdo que sin duda viene teñido de películas y no de leer historias. Esta la versión de disney, está la de hook, hay una más reciente que también la vi y me encanto. Esto de un hombre contra un niño, de los huérfanos, de creer en las hadas y este reciente síndrome de peter pan que refiere a los niños o adolescentes que no quieren crecer. El teatro tiene algo de ser un niño por siempre en el país del nunca jamás, ese lugar utópico que es el teatro, ese mundo mágico que pasamos nuestra vida buscando y solo algunos momentos habitamos sin saber que lo estamos habitando. Pienso que el país de nunca jamás es lo que todos buscamos y que tiene diferentes nombres, si me pongo tierno, pienso que en el mundo hay peters panes que tratan de recordarnos que esos lugares existen y hay capitanes garfio que tratan de matarnos la ilusión, la nuestra, la de él y la de otros. También pienso que peter pan es medio amanerado, que las calzas verdes le van pésimo y que la navaja no es algo respetable como para enfrentar a garfio.

La princesa y el guisante

 

 

 

 

by Mariana
Posted by Picasa

Más de Ella: La princesa y el guisante

 

El cuento preferido de la niña. Una noche de lluvia, en un enorme palacio de piedra, suenan golpes en la puerta. El viejo Rey se levanta con una vela en la mano y descubre bajo la cortina de agua e iluminada por una inesperada luz de luna, a una mujercita empapada, con el fino pelo pegado a la cara, sus pesadas ropas, grises de tanta agua, tironeándola hacia la tierra de la que emergen unos zapatos de tela que fueron blancos alguna vez, antes de la lluvia.
La joven dice ser una princesa perdida, del reino del nácar y las perlas, dice viajar en una carroza de cristal que la lluvia disolvió, en unos segundos inexplicables, como si hubiera sido de azúcar.
El Rey, desconfiado, busca desde hace tiempo una princesa digna para su único hijo, para asegurarse, le asigna un cuarto que esconde una prueba. Hace preparar una cama con veinte colchones de la pluma más suave que nadie pueda imaginar. Entre cada colchón, hace colocar suaves edredones de seda, tejidos durante años por las mujeres más ancianas del reino, ciegas de tanto bordar, y debajo de todo eso, en el centro, un pequeño, gris y arrugado guisante.
La joven se acuesta, y a la mañana siguiente, el viejo Rey, le pregunta cómo ha dormido. La joven responde con un mohín que, desgraciadamente, ha dormido muy mal. Durante toda la noche, algo muy molesto se enterraba en su espalda, y por más que trataba de cambiar de posición la molestia no desaparecía.
La niña siempre sonríe mientras lee el final de este cuento: solamente una verdadera princesa puede sentir la dureza de un guisante debajo de veinte colchones de pluma.
By Mariana
Posted by Picasa

Infancia

 

“La infancia es el pozo del ser... El pozo es un arquetipo, una de las más graves imágenes del alma humana. Esas aguas negras y profundas pueden determinar el carácter de una infancia. En su reflejo hay un rostro pasmado. Su espejo no es el de una fuente. Un Narciso no podría hallar placer en él. Ya en esta vívida, soterrada imagen de sí mismo, el niño es incapaz de reconocerse. El agua está cubierta por una neblina; las plantas que enmarcan el espejo son de un verde demasiado intenso. Un soplo de aliento helado se agita en las profundidades. La faz que emerge de esta noche telúrica pertenece a otro mundo. Y, ahora, si algún recuerdo guarda nuestra memoria de tales reflejos, ¿no es acaso el recuerdo de un mundo anterior?.

Gastón Bachelard
La Poétique de la rêverie
Posted by Picasa

El hombre de la flauta

 

 

 

Santiago trae al Flautista que encanta niños y ratas.
Posted by Picasa